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El papel de las mujeres en el arte: «¿como musas o como artistas?» (Charla con Alexis Calderón)


Licenciada en Relaciones Internacionales, con Máster en Democracia y Gobierno y doctoranda en 'Empoderamiento político de las mujeres'. ¿Qué más es Alexis Calderón?


Una mujer joven mexicana, feminista en construcción y luchadora por los derechos humanos de las mujeres.


Defínenos 'empoderamiento'.


Empoderamiento consiste en disponer de los recursos necesarios para poder desarrollar la propia capacidad de agencia, de actuar, de tomar decisiones sin depender de nadie.


Actualmente muchas mujeres exhiben sus cuerpos sexualizados (casi siempre semidesnudos) en redes sociales y alegan que se trata de un ejercicio de empoderamiento...


Yo creo que se trata de un ejercicio de libertad, pero no hablaría de empoderamiento. Para

que haya empoderamiento se requiere de distintos recursos en donde ella pueda desarrollar su capacidad de agencia.


El hecho de hipersexualizarse en redes sociales refuerza estereotipos patriarcales donde la mujer y su cuerpo son objeto de consumo para el placer sexual del hombre.


La línea que separa ambos conceptos, empoderamiento y libertad, es delgada y poco a poco la vamos definiendo.


Goya. 'Maja desnuda'

Esto tiene mucho que ver con la representación de la mujer a lo largo de la historia del arte.


Exactamente. En el arte clásico, la mujer se ha representado principalmente en una faceta, la de servir, bien para el placer del hombre (la mujer blanca) o bien como servicio en sentido estricto, como sirvienta.

El atractivo visual para el artista varón está en el estereotipo de belleza tradicional de la mujer blanca. Las mujeres de otras razas, culturas o clase social han sido las sirvientas.


En el Museo del Prado se ve claramente: las mujeres representadas lo están o por su atractivo visual o para el servicio doméstico. Pero también hay un tercer tipo de mujer, minoría social pero mayoría en el arte: las aristócratas o miembras de la realeza.


¿El estereotipo de belleza ha cambiado a lo largo de la historia?


Mucho. En las pinturas del Barroco las mujeres son robustas, de caderas anchas. La belleza va de la mano de lo fértil. Esto no concuerda con los cánones actuales: mujer alta, delgada, de cabellera perfecta. Por supuesto, se trata siempre de una mujer blanca.


El arte clásico tiene una visión completamente eurocéntrica. Cuando hablamos de grandes artistas de la historia hablamos de europeos, y su estereotipo de belleza está enfocado en la mujer de tez blanca. Eso se mantiene hasta hoy.


La hipersexualización de la mujer negra se ha utilizado en otro tipo de arte, pero no está dentro de los museos, es algo más actual. La mujer negra siempre ha sido representada como una mujer del servicio que atiende.

Tiziano. 'Dánae recibiendo la lluvia de oro'

¿Qué papel ha tenido tradicionalmente la mujer en el arte?


¿Como artista o como musa?


Vamos a empezar por la musa, donde parece que tenemos más experiencia...


Hoy en día la mujer se representa desde diversos ángulos y de maneras distintas.


Ya no hace falta una maja desnuda para entender que hay una mujer representada. Podemos usar nuevos símbolos, como por ejemplo un pie de mujer negra con un tacón, de la obra Pata de puta del artista mexicano Javier Arévalo, que tengo aquí en casa.


¿Y qué papel tienen las mujeres como artistas?


Uno fundamental: cambiar la forma de ejercer, ver y disfrutar el arte.


Las mujeres, por nuestra privación tradicional de privilegios, tenemos una visión distinta de la sociedad. Y el arte tiene que retratar la sociedad de esas maneras distintas. Lo están haciendo con mucho éxito mujeres directoras y guionistas de series y películas.


Yo lo vivo desde la política: cuando entramos varias mujeres, cambia la forma de hacer política. Los valores que promueve el feminismo se ponen en estos espacios y empiezan a marcar la diferencia. Son modelos y símbolos nuevos para niñas y adolescentes, y para el resto de la sociedad.


Sofonisba Anguissola. 'Autorretrato'

¿Por qué la historia se empeña en borrar a las mujeres? Hay casos especialmente indignantes. En España tuvimos durante 14 años trabajando para Felipe II a la artista Sofonisba Anguissola, de la que escribí un artículo. Nadie conoce su nombre, a pesar de haber sido tan relevante y reconocida en su tiempo.


Es nuestra historia. Como dice Virginia Woolf en Una habitación propia, detrás de los anónimos siempre está una mujer. El sistema, a través de distintas herramientas, como puede ser la escritura de la historia, nos dice que no pertenecemos al espacio público y nos confinan al espacio doméstico.

Esto lo arrastramos y aún ocurre hoy. Muchas no nos atrevemos a tomar el espacio público, a ostentar logros. La estructura nos ha hecho creer que no somos capaces.


Otro caso que me llena de rabia es el de Artemisia Gentileschi, apreciadísima artista en el Barroco. Fue violada cuando era muy joven por un ayudante en el taller de su padre. En cada uno de los artículos sobre ella siempre se menciona este evento como el trauma que marcó su carrera y fuerza pictórica.

Estamos muy acostumbradas a la re-victimización. No nos basta con que una mujer haya sido sufrido una violencia, tenemos que volver a hacerla víctima.


No estamos acostumbradas a que se alce la voz y se señalen las violencias, hasta el punto de que normalmente las ocultamos y las normalizamos. Entonces, cuando alguien habla de ello nos preguntamos por qué. Y muchas veces sin querer usamos la re-victimización para justificar alguna obra o explicar algo.


Artemisia Gentileschi. 'Autorretrato'

Cuando hablamos de las dificultades que las mujeres encuentran a día de hoy en el ámbito profesional hablamos del concepto de 'techo de cristal', pero a mí me da la sensación de que lo que hay es más un suelo pegajoso.

Ambos existen. El suelo pegajoso es la creencia de muchas mujeres de que no pueden salir al espacio público, que no son capaces de la toma de ciertas decisiones. Difícilmente se puede alcanzar el techo de cristal si antes una no se ha despegado del suelo.


Eso sí, las que toman la decisión de ejercer su capacidad de acción en la esfera de lo público se topan con ese techo.

Pero no podemos decir que los hombres sean los culpables de ello.

Claro que no, es un sistema. Hay mujeres que reproducen esas prácticas y son las que se soprenden cuando una mujer sale de los límites impuestos y son las primeras en señalarlas. Es una estructura, todo está impregnado.


Artemisia Gentileschi. 'Judit decapitando a Holofernes'

Ahora mismo eres política en activo con presencia pública en redes sociales. No sé si te ocurre como a mí, pero de todo mi público, aquel en el que pienso y por el que me siento responsable con cada uno de mis mensajes son las niñas y adolescentes.


Totalmente. Trato mucho con niñas y adolescentes por el proyecto político en el que participo y soy muy consciente del ejemplo y símbolo que les mostramos de que ellas tiene también la oportunidad de hacer lo mismo, de apropiarse de la esfera pública. Si quieren, claro, porque no vamos a obligar a nadie.


Lo que hacemos en nuestro día a día a través del ejemplo es pedagogía feminista. Si ellas ven a mujeres como tú y como yo entienden que también lo pueden lograr, que hay una vida fuera de lo doméstico.


Estoy conversando con una feminista mexicana, por lo que no puedo evitar sacar el tema: Frida Kahlo como icono pop del feminismo.

Frida es una artista que, a pesar de su sexo, logró triunfar dentro de la cultura artística mexicana. Lo que pintaba era su autorretrato. Su obra tenía mucha fuerza y mostraba su fortaleza, porque su musa era ella y ella no entra en el estereotipo de belleza clásica. Hace falta gran coraje para reconocernos y plasmarnos.


Frida Kahlo. 'Autorretrato'

¿Feminista? Me hubiera gustado tratar con ella en persona para saberlo, pero creo que sí. Reproduce algunos valores del feminismo: su rupturismo, se libera de estereotipos, se representa, firma sus obras...


Se la juzga por la relación con Diego Rivera y creo que eso no es adecuado. Es como si ahora juzgáramos por su vida personal a una mujer que intenta llegar al espacio público. Usar su experiencia con Diego para restar valor a su peso en el feminismo... Se la debe reconocer por su profesión, por lo que hizo como artista.

Es un icono porque la cultura pop la ha asumido como tal y ahí sí vemos contradicciones, como una política liberal portando una pulsera con su imagen, cuando Frida fue una comunista activa.


¿En qué momento estamos en el feminismo?


Estamos avanzando. No puedo decir que México sea un país feminista, pero hay muchas feministas que tratamos de lograr un cambio. Sí hay reacciones en contra. Cuando las violencias son señaladas, no se está acostumbrado. Muchas de estas reacciones son violentas. Once feminicidios diarios en méxico.


Confio en las nuevas generaciones, estoy trabajando con ellas y tienen un chip completamente distinto, con ganas de crear sociedades igualitaras.

En todo esto, la importancia de las mujeres artistas es fundamental para romper estereotipos.

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